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Retumbadero Norte

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Relatos

Retumbadero Norte

21-22 mayo 2016

Berni/Edgard/Gabino

Magda/Hans/Dager

Pablo/Carlos/Carla

Finalmente luego de posponer la salida 2 fin de semana consecutivos y dado el buen pronóstico del tiempo, decidimos fijar la fecha de este cerro para el 21 de mayo. Como toda buena historia, partió con contratiempos. El metro cerrado temprano por el feriado y algunos percances entre los participantes retrasaron una hora la salida de Santiago. También, ya en las vizcachas nos preguntábamos si ir al cerro era buena idea, debido a las amenazantes nubes que moraban sobre la ciudad y a la fuerte lluvia que nos obligó a cubrir nuestras mochilas en la camioneta.

Ya en San Gabriel todos reunidos (9, al igual que la comunidad del anillo), para nuestra tranquilidad, un microclima gobernaba la zona y el un sol radiante nos esperaba. A las 12, ya con todas las cosas distribuidas partimos la marcha, buscando por las laderas y entre los cercos el mejor camino a nuestro destino. Horas más tarde, las nubes citadinas comenzaron a subir y la nieve no tardó en venir. Para nuestra fortuna, más que un contratiempo fue la manera perfecta de evitar el sol, ya que dos horas mas tarde, al llegar al campamento, volvió a despejar y la temperatura resultaba bastante agradable.

El inicio

La luna se fue y llegó el sol. Con él decenas de cerros se revelaron ante nosotros, la vista era sublime y la motivación estaba al máximo. El primer obstáculo era un traverse muy expuesto, en el cual una caída resultaría fatal, aquí instalamos un pasamanos de seguridad para sortearlo. En este punto ya resultaba absolutamente evidente que el piolet y los crampones sería indispensables para seguir la marcha. Al cabo de una hora, una pasada bastante empinada nos hizo montar una reunión improvisada y con un cordín auxiliar ayudamos a algunos que aún no se sentían cómodos con el piolet y los crampones. Aquí, Carla y Pablo decidieron regresar al campamento.

Las trepas por roca y nieve no paraban y tras cada obstáculo no era raro escuchar: “se ve cuatico!”, “Por donde será?”, “otra más?”, etc, etc. Las cornisas, la nieve blanda y los laberintos entre las rocas eran la tónica de la ruta. Encontrar el camino a vista no resultaba evidente siempre y no quedaba más que seguir por el filo y esperar que existiera una buena pasada. Un segundo paso complicado de rocas nos obligó a hacer una segunda reunión y al considerarlo un poco riesgoso, decidimos no continuar si la ruta exigía una tercera. Tras superar esta escalada nos ilusionamos al escuchar de Dager que quedaban unos 20 metros para la cumbre, en breves minutos quedaría en evidencia que era una ante cumbre y la verdadera se encontraba a un par de cientos de metros, tras un leve bullying continuamos la marcha. La ruta no se mostraba evidente y la energía en el grupo ya mermaba, eran alrededor de las 10 am. Algunos dejaron sus mochilas para continuar livianos. 

DCIM\100GOPRO

Una ultima pasada, que se veía bastante peligrosa, obligo a Hans y a la Magda a quedarse a unos pocos metros de la cumbre. La Magda había cumplido, para ser su primer cerro (exceptuando el provincia), llegar hasta ahí era todo un mérito. Hans como buena cordada y como tampoco tenía mucha experiencia decidió acompañarla. Los 4 restantes decidimos continuar, luego de unos 15  minutos y siendo alrededor de las 11 am, tras superar una cornisa amenazante y unos trepas en roca, llegamos a la cumbre. Tras la foto de rigor y un poco de agua bajamos rápidamente ya que el sol se hacia sentir, sopeando la nieve y haciendo más peligroso el regreso.

Emprendimos el regreso y unas caídas de Edgard, con perdida de casco incluida, y de la Berni  nos dejaron sin aliento unos segundos. A las 15 hrs estábamos de vuelta en nuestras carpas. Ordenamos las cosas y con el resto del grupo empezamos a caminar hacia los autos. Cuando quedaba alrededor de media hora Carla se dobló el tobillo gravemente y toda una operación de rescate se puso en marcha. Unos bajaron a San Gabriel en busca de ayuda, mientras Pablo y Edgard apoyaban a la accidentada, que a pesar de la lesión lograba (y prefería) bajar por sus propios medios. El resto intentaba facilitar el rescate en caso que la ayuda demorara, bajando la mochila, buscando el camino y acercando los autos. Ya en la parte mas plana improvisamos una camilla y agilizamos la marcha. Cuando quedaban unos 100 metros al auto, llegaron los bomberos y como la pendiente se hacia más abrupta, Carla fue bajada en una camilla especializada. Rápidamente la llevamos a San José para realizar los chequeos respectivos los cuales determinaron fractura de tibia y peroné.

La salida nos deja con una sensación ambigua, entre la felicidad de haber llegado a esta cumbre que costó bastante y las tristeza del accidente. También nos deja una lección de lo expuestos que estamos en la montaña y que los riesgos siempre están presentes y debemos estar preparados para afrontarlos.  Las radios fueron protagonistas de esta escena, la falta de linternas funcionando y nuestro poco conocimiento médico fueron los antagonistas. Sin duda queda mucho por aprender y mejorar, afortunadamente esta vez el accidente no pasó a mayores.

Felicitaciones a los participantes que lo dieron todo en un cerro que resultó bastante complejo y por apoyar hasta el final. No nada mas que decir: Carla, recupérate pronto.

Colorin colorado, el retumbadero  no ha acabado (se viene el retumbadero alto).