Logo Ramouch

Salida aniversario al Punta Universitaria

Categorías
Relatos

Salida aniversario al Punta Universitaria

28 y 29 de Noviembre, Sector Valle del Aparejo, 3927 m.s.n.m

Alejandro Sánchez e Ingrid Alvial

Desde su fundación en 1941 nuestra rama de montaña ha liderado importantes expediciones y desafíos deportivos; antigüedad y logros que nos llenan de orgullo y nos motivan para enfrentar nuevos retos y elevar cada vez más alto nuestro cuerpo y espíritu. Es por eso, que hoy a los 74 años de su fundación nos planteamos reunir a nuevos y antiguos miembros en una jornada de compañerismo, complicidad y celebración.

Como cada salida fijamos un punto de encuentro que en esta ocasión correspondió a la comuna de Macul (específicamente avenida Departamental con La Florida) a las 10,30 hr del sábado 28 de noviembre. Luego de presentarnos y esperar a que el grupo estuviera completo, partimos en vehículos particulares al sector del valle del Aparejo, siguiendo el camino que bordea el Embalse del Yeso. No sin antes hacer una parada en el retén de San Gabriel, para cumplir con los protocolos establecidos para cada salida.

En una apacible mañana primaveral de 1949, dos jóvenes montañistas, Salvatore Gandulfo y Silvio Batesella, remontan por primera vez la cumbre de un cerro de laderas verticales y corona de yeso, recibiendo el nombre de Punta Universitaria en honor a la casa de Bello. Hoy 66 años después 21 montañistas rememoran este primer ascenso en el marco de la celebración de los 74 años de la Rama de Montaña de la Universidad de Chile.

El trayecto hasta los pies del Valle del Aparejo nos tomó alrededor de unas 3 horas. Desde el lugar de estacionamiento nos internamos hacia el valle en un corto tramo (aprox 1 hora) hasta donde es posible contemplar imponente y desafiante al cerro Aparejo, bello picacho moldeado por glaciares que nos daba la bienvenida a su valle con un paisaje inspirador.

Ya a las 20 horas, luego de armar nuestro campamento base entre fuertes ráfagas de viento, logramos reunirnos todos (los 36 asistentes) para dar inicio a nuestro asado de camaradería, preparado por nuestro chef estrella Nico Villar. La velada partía con las palabras de nuestra directiva y presentación de las honorables visitas: Erling Villalobos, Osvaldo Latorre Astudillo, Luis “Tribi” Latorre Visintini, Meri Rovirosa, Veronica Rovirosa y Jorge Aedo.

Las horas pasaban entre anécdotas de nuestros antiguos miembros que con cada cántico e historia alimentaban nuestros corazones de admiración, orgullo y determinación. Ellos nos daban testimonio del espíritu de libertad que rodea las alturas, de los grandes logros que alcanzaron sin las comodidades que nos entrega la tecnología y el equipamiento de hoy en día, los obstáculos de conectividad que habían en esa época, que sin embargo significaron grandes hazañas que pronto cumplirán 50 años. Tal es el caso de la subida a la Cara Sur del Mesón Alto, el Cuerno Norte del Cochrane o Cerro Castillo.

Así transcurría la velada en el valle con un cielo calmo y despejado; un momento inolvidable donde nuevos y antiguos miembros reunidos bajo la luz de las estrellas y al calor de las brasas, compartían un mismo testimonio de vida y pasión por las cumbres….(y por los choripanes).

Domingo 29 de Noviembre

Ya a la madrugada del domingo 29 de noviembre, el grupo se dividía entre quienes intentarían el cerro y entre quienes se quedarían a recorrer y contemplar la belleza del valle (parte del relato que será preparado por Karina Rodríguez). A las alturas partimos: Karen Sepulveda, Verena Rinnofner (Austria), Dager Borvarán, Ingrid Alvial, Tamara Rivera, Bernardita Araya, Gabino Reginato, Pablo Azúa, Diego Rodríguez, Joaquín Riquelme, Nicolas Villar, Andrés Pinto, Sebastian Zarate, Armin Aros, Jhon Monroy, Guillermo Reyes, Ignacio Quiroz, Rodrigo Carvajal, Alejandro Sánchez, Erick Vasquez y Erling Villalobos.

La marcha hacia las verticales y blancas laderas se inició a eso de las 05:15 de la madrugada y continuó por un tramo de 5 horas que nos llevaría hasta la cumbre. El primer tramo fue en nieve, montando la ladera al este, luego se subió una ancha canaleta hasta el filo que limita el cajón. Ese fue un punto de reunión donde llegó Sucupira, Rojo y Miel, Romané, Respeto, Respeto, Respeto-respeto y hasta doña Juanita vendiendo empolvados. Unos “¡¡Olé! ¡olé-olé, olé! ¡Erling- Erling!! y a quienes vinieran asomando al final de la canaleta, resonaban entre las alturas y nos alentaban a seguir hacia la cumbre con una emoción inusual.

Una vez reunidos, descansados e hidratados, seguimos por el filo hacia el último tramo que nos exponía ante dos canaletas una con escasa cantidad de nieve y la otra transformada en un empinado acarreo. Este escenario nos hacía pensar que no alcanzaríamos la cumbre. Pero la osadía de nuestro compañero Gabino, quien logro cruzar este trayecto y armar una reunión con la ayuda de Pablo, Alejandro, Ignacio y Rodrigo, nos permitió a todos lograr el objetivo.

Es cierto, debemos recordarlo, la cumbre no es lo único que debe repetirse en nuestra mente…un cerro transformado en logro es mucho más que eso…es el compañerismo, el trabajo en equipo, el trabajo de cordada, tanto al inicio como al final de la salida. No siempre podremos alcanzar la cumbre y no siempre dependerá de nuestras capacidades; y bajo ese escenario nos quedamos con la ganancia de lo aprendido, de la experiencia que nos hace cada vez más fuertes pero a la vez más humanos y más vulnerables a los caprichos de nuestra madre tierra.

Cumbre

Ya en el último descanso hacia la cumbre, y mientras esperábamos que todos nuestros compañeros dieran el último paso hacia el filo cumbrero, nuevos peluseos seguían animando la jornada. Finalmente, cerca del medio día del domingo 29 de noviembre, 20 “jóvenes” y Don Erling Villalobos alcanzaríamos la cumbre del Punta Universitaria.

Que emocionante e imborrable momento cuando Don Erling daba los últimos pasos hacia la cumbre y nosotros ascendíamos tras de él, como un pastor que guía a sus ovejitas ansiosas de seguir sus pasos hacia la cumbre…y nuevamente resonaba aquel “¡¡Olé! ¡olé-olé, olé! ¡Erling- Erling!!”. Los abrazos cumbreros fueron particularmente felices esta vez, todos contentos de compartir la cumbre de la Punta Universitaria con uno de los grandes montañistas en la historia de la Rama, y él a su vez, feliz de ver a una rama activa y con un espíritu fraternal y alegre. Mención aparte merece el “baile cumpleañero del piolet”, idea de Jhon que interpretamos bailando con piolet en mano mientras le cantamos cumpleaños feliz a nuestra querida Ramuch.

La cumbre del cerro bajo un bello sol, nos ofrecía un gran espectáculo de los valles que nos rodeaban. A lo lejos se divisaba el Mesón Alto, Aparejo, Marmolejo y su glaciar, y otras varias puntas moldeadas por glaciares…pero ya era hora de regresar. El regreso al campamento base fue relativamente rápido y amigable. Una vez hidratados y alimentados prepararíamos el retorno a la urbe, que como de costumbre amortiguaríamos con unas ricas empanadas, momento oportuno para hacer la evaluación de esta salida y para escuchar las últimas palabras de nuestros miembros invitados, que emocionados nos alentaban a enfrentar nuevos desafíos y a seguir creciendo y disfrutando en este espíritu de compañerismo y pasión por las alturas.

La salida fue exitosa, no solo por la cumbre, sino por todo lo vivido y aprendido de nuestros antiguos miembros. Experiencias que quedarán en el fondo de nuestros corazones y nos impulsarán a llegar cada vez mas alto con nuestra querida Rama de Montaña de la Universidad de Chile “FELIZ ANIVERSARIO RAMUCH”