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Salida Septiembre- Volcán Antuco

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Relatos

Salida Septiembre- Volcán Antuco

Historia de un dieciocho

Son las 4:50 y ya me desperté un par de veces antes, el frontal se me quedo puesto en la bicicleta, pero ahora sí que lo echo de menos, mas encima anoche nos encargaron abrir la ruta. La linterna del Carlos alumbra poco también, pero en fin, resolveremos en el camino, son las 4:50 y tengo puras ganas de salir a caminar al cerro.

Famoso cono volcánico ubicado justo al lado poniente del lago Laja y que se formó desde dentro del antiguo volcán Laja, siendo aún visible parte de este antiguo cráter en la zona noreste del volcán. Este volcán ha tenido una notable influencia geológica en la conformación del valle central de la región del Biobío, influyendo en forma considerable en las cuencas de los ríos Itata y Laja-Biobío.

La salida de Santiago resulto levemente caótica, con el Carlos preparamos las ultimas cosas y partimos pa la Shell de Bilbao, nos pillamos con la Dani sentada en la cuneta, escuchando música, abstraída del bullicio ansioso de una ciudad que escapaba, los minutos pasaban y el resto de la prole esperaba en Grecia. Esto se venía pa largo, entonces que mejor que tomárselo con calma. Al rato llego el Gabino con la Espe y mientras cargábamos las cosas en el autobús mágico apareció el Felipe y el Camilo

Nos juntamos con los otros tres carruajes que componían nuestra caravana y partimos aplanando la carretera rumbo sur. El Diego y la Clau; El Erick, Nacho, Nico, Pancho y la Carmen; La Lore, con Hans, Rodrigo y la Ingrid y Nosotros: Gabino, Nannette, Espe, Dani, Carlos, Camilo, Felipe y yo, en total 19 humanidades que se asaban a fuego lento con el sol puesto sobre el techo. Yo me lleve un pancito y al puro olor salio el típico… a ver, déjame probar, y claro, todo buena ondi, no sabía lo que me esperaba.

Nos perdimos de vista rapidito con el resto de los cabros, la carretera iba llena de santiaguinos que partían a pasar el 18 a la zona de los valles, pero gracias a la comunicación inmediata y espontánea, acordamos juntarnos en la copec de Chillán, ya había caído la tarde y entrabamos a la noche, pero esto estaba recién empezando noma!!

Así que nos pegamos una estirada de piernas, encargamos unas promos.. de completo más bebida y cashamo como llegar a Larqui, un lugar tan pequeño que ni siquiera aparece en el mapa (de la copec) Antes de subir al auto de nuevo la Lore nos regaló la primera clase de baile y algunas motivadas prendieron altoque, el resto aun estábamos en rodaje

En Larqui nos recibieron con tecito y la tetera puesta pa las repeticiones, El Tio (de la Nannette) sucumbio ante la mirada de ternura de nuestra presi y los niños, que según los planes dormíamos en el patio, nos acomodamos en el living y el comedor, y las niñas cómodamente en las camas. Se dice que más de alguno roncaba como aserradero, yo no escuche na’ (quizá fui yo, jaja). Sonaron un montón de despertadores diversos, y algunos más de una vez y como el familión que somos, partimos moviéndonos lento como los continentes. La niebla a ras de suelo, iluminada tangencialmente, como solo puede hacerlo el amanecer, fue motivo más que suficiente para que el frente fotográfico saliera a capturar el momento

Con las maletas cargadas y el cuerpo más despierto, nos despedimos de los tíos de la Nannette y partimos rumbo a Antuco

Así que nos pegamos una estirada de piernas, encargamos unas promos.. de completo más bebida y cashamo como llegar a Larqui, un lugar tan pequeño que ni siquiera aparece en el mapa (de la copec) Antes de subir al auto de nuevo la Lore nos regaló la primera clase de baile y algunas motivadas prendieron altoque, el resto aun estábamos en rodaje

En Larqui nos recibieron con tecito y la tetera puesta pa las repeticiones, El Tio (de la Nannette) sucumbio ante la mirada de ternura de nuestra presi y los niños, que según los planes dormíamos en el patio, nos acomodamos en el living y el comedor, y las niñas cómodamente en las camas. Se dice que más de alguno roncaba como aserradero, yo no escuche na’ (quizá fui yo, jaja). Sonaron un montón de despertadores diversos, y algunos más de una vez y como el familión que somos, partimos moviéndonos lento como los continentes. La niebla a ras de suelo, iluminada tangencialmente, como solo puede hacerlo el amanecer, fue motivo más que suficiente para que el frente fotográfico saliera a capturar el momento

Con las maletas cargadas y el cuerpo más despierto, nos despedimos de los tíos de la Nannette y partimos rumbo a Antuco.

Paso la tarde y llego la noche, había en el grupo la sensación generalizada de que nos enfrentábamos a un Pochoco con nieve, que el Antuco no presentaba mayores dificultades. Tuvimos la reunión de coordinación y se designaron los roles, el Carlos y yo (Pablo) habríamos ruta y el Jon con la Martina cerraban.

Montaña, levantarse de noche, abrigarse como hijo único, cargar las colaciones, apurar al resto, prender los motores y salir!! Incriblemente los 21 estuvimos listos a las 5.10, con unos elegantes 10 minutos de atraso. Dejamos los vehículos casi al lado de los andariveles y a pocos pasos de empezar la marcha ya sentíamos el crujir de la nieve bajo las botas, había nevado durante la semana y ya estaba bien compacta. La temperatura, agradable para mantenerse en marcha, el cielo totalmente despejado y la nieve con pocas marcas de humanidad. De inmediato nos dimos cuenta que necesitaríamos los crampones entonces al poco andar ya estábamos equipados como árbol de pascua. Uno de la megacordada pajaroneo y opto por no llevar crampones, al captar la gravedad de tal descuido nos deseó buena suerte y volvió con el rabo entre las piernas (Ahí seguirá el Volcán esperando tu retorno). El choclo lentamente comenzó a desgranarse, habíamos hablado de una ruta que tomaba hacia la el norte y luego hacia el sur, pero nunca la vimos muy clara. Entonces con los cinco sentidos y medio fuimos leyendo el Volcán, midiéndonos con las pendientes, y pasándolo chancho.

La ladera se mantuvo bien homogénea, montados siempre en el ‘filo cumbrero’ todo era subir. En el último cuarto de la subida, la pendiente aumento, ahí la subida fue a 4 patas, pero solo para que las fotos salieran más montañosas.

Con la cara llena de risa nos sentamos a esperar reagruparnos, la cumbre se veía cerca, calculábamos que nos quedaba una hora, quizá un poco más. Atrás veíamos la hilera de rameros, dando lo mejor, poniendo en cada paso las ganas irrefrenables de ascender a respirar ese delgado aire.

EL último ascenso. La pendiente fuerte y sortear la pasada de un hongo de nieve era lo que nos separaba de la cumbre. Conversamos la ruta y a darle pata. Contra lo que esperábamos la cumbre estaba mucho más cerca, como si hubiese salido a encontrarnos, y en menos de 15 minutos ya veíamos la cordillera que se extendía al sur, y para colmo, atrás en el horizonte un Volcán haciendo erupción!! . Arriba, abrigados por los gases de la fumarola nos fuimos juntando y abrazando. Mi primer ascenso volcánico, agradecido de todos los participantes y ojala pronto hagamos más volcanes!! Son super entretenidos.

PD: A la 13:00, previa discusión por las elecciones de ruta entre lxs que abrimos y lxs que cerraron, comenzamos el descenso. Abajo nos esperaba la promesa de una fonda, con sus terremotos y cuecas. Agradecimiento especial al Diego, que hizo varias clases expres de descenso con crampones. Hay que mejorar nuestras técnicas en general y asumir un rol más activo en nuestra formación como montañistas.