Logo Ramouch

Valle del mesoncito

Categorías
Relatos

Valle del mesoncito

Luego de un lindo jueves feriado y un viernes laboral para algunos, nos embarcamos en una salida masiva a la Cordillera de los Andes, sector Cajón del Maipo, alistando piolets y crampones, ¿el objetivo?, no muy claro, con ansias de doble cumbre y con ganas de al menos una…

El Valle del Mesoncito se esconde detrás del macizo del Cerro Arenas. Se trata más bien de un altiplano, aprox. 1000m sobre el valle el Morado. Una subida de 4 horas lleva a una altura de alrededor de 3500m, la base de las agujas superiores. Mas allá hay varios cerros de 4000+ m con los restos de glaciares y extensos neveros que permiten hacer randonnee hasta principios de verano.

Todo partió el día sábado 23 de mayo para los que se iban en el transporte de la rama, arrendando 2 furgonetas de la empresa “Como nos vamos?”, donde Eli Mejías hizo todas las gestiones, logrando incluso optar a 2 puntos de reunión. El primer grupo se juntó a las 7:30 am en Plaza Italia y el segundo grupo a las 8:00 am en metro estación Vicente Valdés de La Florida, logrando una convocatoria de 25 personas:

La primera parada fue en nuestro querido retén de carabineros en San Gabriel en donde aparte de encontrarnos con Gabriel “Osito” Martínez y Jhon Monroy, dejamos el debido aviso de la travesía a realizar, continuando luego por el camino de ripio de la ribera sur del río volcán y llegando después de 1 hora a “Lo Valdés”, donde nos dieron la mala noticia que por el retraso que llevábamos según lo planificado, sólo nos dejarían hasta el sector del Cabrerío. En fin, seguimos los 7 Km que faltaban cruzando el estero Colina y bajamos para coordinar con el grupo.

En este lugar (Cabrerío) nos encontramos con el resto de los miembros de la Rama que asistían a la salida, Ivonne, Oscar, Carmen, Andrés, Julio, Rodrigo e hijo, Rodrigo, Paz, Pablo, Kathy, Eli, Nico, Daniela, Carlos, Fernando, Armin, Guille y su amigo. Desde aquí y gracias a la gran voluntad de Osito, Oscar, Rodrigo, Guille y Armin al colocar sus vehículos a disposición del grupo, se porteó mochilas, equipo y “los de a pie” hasta el “Choriboulder”, un sector de escalada perteneciente al Valle del Arenas.

En hora buena, logramos salir de este sector de escalada a eso de las 11:12 min de la mañana, con 9ºC, a una altura de 2536 m.s.n.m. y una mochila al hombro de peso según tu estómago :), logrando después de un promedio de caminata de 4 horas armar campamento en un terraza denominada “Pirca del Visionario”, a 3350 m.s.n.m. (15:00 hrs). Como éramos muchos, tuvimos que abarcar todos los espacios que había disponibles y acondicionar otros, tendiendo en total 21 carpas, concentradas en 2 sectores para el total de 42 personas.

Cada cual armó su campamento y cocinó como pudo tratando de no perder la sensibilidad de los dedos, sabiendo que venía una fría noche por delante, mientras tanto mis vecinos Jhon y Osito, cocinaban sus platos gourmet y me explicaban la ruta a seguir para el día siguiente, con sueños ambiciosos de subir el “Punta Chile” y descender por el “Moai”, lo que concluyó en el siguiente discurso de Osito carpa por carpa:

Chicos (movimiento de carpa) la levantada será tipo 4 para estar SALIENDO, pero SALIENDO a las 4:30, o sea si te levantaste a esa hora mejor quédate acostao… bueno también está la opción de quedarse y subir hasta el glaciar del mesoncito no más y para eso se levantan más tarde, o si bien les duele la espalda o algo también es válido que se queden, yaa?…

Después todos entenderíamos su discurso, ya que su dolor de espalda lo dejo sin ánimos de atacar cumbre…

* 4:30 a.m. SALIDA CAMPAMENTO BASE. Veía más de 20 a 30 luces blancas moverse en el cerro, creando líneas, zigzag y a veces una o dos solitarias, quien juega a completar un dibujo con números del 1 al infinito, estaba oscuro y mis piernas perdieron un poco de sensibilidad, recuperándola a veces en cada paso forzoso que daba, pero ahí estaba, intentando no parar para generar calor constantemente y esperar el amanecer y así ir viendo como desaparecía cada una de las luminosas cabezas de luz y aparecían las huellas y los colores naturales que agradecidamente observamos. Poco a poco esa oscuridad fue desapareciendo, dando paso a la luz que permitió distinguirnos mejor entre nosotros, unos pocos volvieron a sus carpas a disfrutar los colores sin sufrimiento, otros rezábamos para que no nos dieran ganas de miccionar, y aunque el esfuerzo y el nivel físico del grupo lo encontré adecuado la micro venía llena y el timbre quedó apretado…

* 09:15 a.m. VALLE DEL MESONCITO. Ya había amanecido, pero la temperatura era más baja, logramos reunirnos en donde comienza el hielo, y tomamos la decisión de no atacar cumbre. Uno, por las condiciones del hielo (duro como hielo XD!) y dos, estábamos cortos de tiempo para retornar y reunirnos a la hora acordada con los choferes de las furgonetas, por lo cual se aprovechó de practicar con los crampones y piolets en el glaciar, mientras veíamos al grupo de Gabino, Ramiro, Raimundo y Fernando camino a la cumbre.

Fue un rato de fotografías, puntas enterradas, charlas y risas… En definitiva, se agradece la buena energía grupal. Es grato mirar a tu alrededor y ver gente aunque sea en miniaturas por todos lados; a modo personal, después de subir el plomo en solitario y no ver ni un rastro que dijera siquiera “vibram”, me quedo de todos modos con la salida grupal, con la talla a flor de piel, con la compañía de tu cordada en todo momento, con la toma de decisiones, que si no funciona “fue”, porque el conjunto no funcionó y que si se logró lo propuesto, lo logramos todos. Recordar también que si se escoge un delegado se respete igualmente, la ambición personal no tiene que ser desgracia ni preocupación ajena, a cuidarse que la naturaleza es más fuerte que uno, respeta y serás respetado en todo sentido ?

* 11:00 a.m. TRAVERSE. Luego de practicar caminata en hielo con la guía de Jhon, Andrés instaló un pasamanos, utilizando para ello una reunión fijada con tornillos de hielo y una cuerda amarrada desde ese punto, al otro morro de hielo y pasando sobre una “canaleta” con un poco de pendiente. De a uno, caminamos de un extremo asegurados desde la cuerda a nuestro arnés con un nudo Machard.

Nuestro descenso al campamento comenzó cerca de las 12:15 de la tarde, llegando los últimos a las 15 hrs aprox., sin contar a Jhon y Armin, los cuales se quedaron esperando a Fernando que estaba ascendiendo el Morro Escondido, Punta Chile y Moai, Junto a Ramiro, Raimundo y Gabino; y a Renato y Ricardo, quienes se separaron del grupo en la subida, buscando lograr la cumbre del cerro Marisemberg. Con mi cordada Berni, comenzamos a bajar a las 16 hrs, siendo una de las últimas, casi me puse a rodar para bajar más rápido, pero milagrosamente y no sé porque razón, llegamos antes que otros a los estacionamientos, hubo otro grupo que se perdió, pero finalmente todos llegamos a ente las 18 y las 18.45 horas. Luego de organizar rápidamente los vehículos y las furgonetas, emprendimos el viaje de regreso Colocando un tornillo de hielo a las 19 hrs y con ganas de embutirnos todas las empanadas del camino, pero nadie se atrevió ni siquiera a preguntar si podíamos parar a ello jajajajaj por lo que los chocolates fueron la inyección más rápida y nutritiva de ese momento ? .

Y colorín colorado este relato ha finalizado, y recuerden que: Si la montaña viene hacia ti… ¡Corre weon, que es un derrumbe! Jajajajaja, bromaaa, o mejor anda al oculista porque estoy segura que aun no he visto a ninguna pasear por Santiago XD! Aquí finalizo con un refrán,

Nunca midas la altura de una montaña, sino hasta que corones la cima. Entonces verás cuan baja era.